Bibliografía realizada por EL Instituto Psicoanalítico del Niño para su 5ta jornada de estudio NIÑOS VIOLENTOS


Bibliografía evolutiva, razonada, no exhaustiva, rica e incompleta realizada por El Instituto Psicoanalítico del Niño para su 5ta jornada de estudio, NIÑOS VIOLENTOS[1]. [2]


Índice
Eje 1: Pasajes al acto versus loscaminos del decir

Eje 2: El niño violento y su partenaire

Eje 3: El cuerpo tomadopor la cosa violenta

Eje 4: Violencia sin causa, no sin consecuencias

Eje 5: Síntoma y otros remiendos

Eje 6: Rostros de la rebeldía



Eje 1: Pasajes al acto versus los caminos del decir


FREUD
Estudios sobre la histeria (Josef Breuer y Sigmund Freud). Volumen 2 (1893-1895). Buenos Aires. Amorrortu editores, 1992.
<<Pero el ser humano encuentra en el lenguaje un sustituto de la acción; con su auxilio el afecto puede ser «abreaccíonado» casi de igual modo. >>, p.34

Presentación autobiográfica Inhibición, síntoma y angustia ¿Pueden los legos ejercer el análisis? y otras obras. Volumen 20 (1925-1926). Buenos Aires. Amorrortu editores, 1992.
<<Es verdad que en el comienzo fue la acción, la palabra vino después; pero en muchos respectos fue un progreso cultural que la acción se atemperara en la palabra>>, p. 176

Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico Trabajos sobre metapsicología y otras obras. Volumen 14 (1914-1916). Buenos Aires. Amorrortu editores, 1992.

<<El factor cuantitativo de la agencia representante de pulsión tiene tres destinos posibles, como nos lo enseña una ojeada panorámica a las experiencias que nos ha brindado el psicoanálisis: La pulsión es sofocada por completo, de suerte que nada se descubre de ella, o sale a la luz como un afecto coloreado cualitativamente de algún modo, o se muda en angustia. Las dos últimas posibilidades nos ponen frente a la tarea de discernir como un nuevo destino de pulsión la trasposición de las energías psíquicas de las pulsiones en afectos y, muy particularmente, en angustia >>, p. 148

JACQUES LACAN
Introducción al comentario de Jean Hyppolite sobre la Verneinung de Freud. Escritos 1. Buenos Aires. Siglo XXI, 2008.
<< No sabemos acaso que en los confines donde la palabra dimite empieza el dominio de la violencia, y que reina ya allí, incluso sin que se la provoque? >>, p. 356
La agresividad en psicoanálisis. Escritos 1. Buenos Aires. Siglo XXI, 2008.
<<El dialogo parece en sí mismo constituir una renuncia a la agresividad; la filosofía desde Sócrates ha puesto siempre en él su esperanza de hacer triunfar la vía racional. Y sin embargo desde los tiempos en que Trasímaco hizo su salida demente al principio del gran diálogo de La República, el fracaso de la dialéctica verbal no ha hecho sino demostrarse con harta frecuencia. […] Particularmente le será pronto manifiesta, y además confirmada, la abstención del analista de responderle en ningún plan de consejo o de proyecto. […] Ciertamente, en una más insondable exigencia del corazón, es la participación en su mal lo que el enfermo espera de nosotros. Pero es la reacción hostil la que guía nuestra prudencia y la que inspiraba ya a Freud su puesta en guardia contra toda tentación de jugar al profeta. Sólo los santos están lo bastante desprendidos de la más profunda de las pasiones comunes para evitar los contragolpes agresivos de la caridad. […] Por lo demás, cómo asombramos de esas reacciones, nosotros que denunciamos los resortes agresivos escondidos en todas las actividades llamadas filantrópicas. >>, p. 111 – 112
<< Pero imagínese, para comprendernos, lo que sucedería en un paciente que viese en su analista una réplica exacta de sí mismo. Todo el mundo siente que el exceso de tensión agresiva constituiría tal obstáculo a la manifestación de la transferencia que su efecto útil sólo podría producirse con la mayor lentitud, y es lo que sucede en ciertos análisis de finalidad didáctica. Si la imaginamos, en caso extremo, vivida según el modo de extrañeza propio de las aprehensiones del doble, esa situación desencadenaría una angustia incontrolable. >>, p. 114
<<La tendencia agresiva se revela fundamental en cierta de estados significativos de la personalidad, que son las psicosis paranoides y paranoicas. He subrayado en mis trabajos que se podía coordinar por su seriación estrictamente paralela la calidad de la reacción agresiva que puede esperarse de tal forma de paranoia con la etapa de la génesis mental representada por el delirio sintomático de esa misma forma. Relación que aparece aún más profunda cuando […] el acto agresivo resuelve la construcción delirante. Así se seria de manera continua la reacción agresiva, desde la explosión brutal tanto como inmotivada del acto, a través de toda la gama de las formas de las beligerancia, hasta la guerra fría de las de las demostraciones interpretativas, paralelamente a las imputaciones de la nocividad que, para no hablar del kakón oscuro al que el paranoide refiere su discordancia de todo contacto vital, se superponen desde la motivación, tomada del registro de un organicismo muy primitivo, del veneno, hasta aquella otra, mágica, del maleficio, telepática, de la influencia, lesional, de la intrusión física, abusiva, del desvío de la intención, desposesiva, del robo del secreto, profanatoria, dela violación de la intimidad, jurídica, del prejuicio, persecutoria, del espionaje y de la intimidación, prestigiosa, de la difamación y del ataque al honor, reivindicadora, del daño y de la explotación.>>, p. 115

JACQUES-ALAIN MILLER
Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Un esfuerzo de poesía. Buenos Aires, Paidós, 2016.
<< La práctica del psicoanálisis hizo que Lacan detestara el hablar para no decir nada, la palabra vacía, o la idea de los beneficios de la palabra sin freno. […] En el discurso del capitalista, quien habla es el capitalista, el empresario del deseo insatisfecho. Habla, pero el síntoma insiste en el sujeto dividido del discurso, que no recupera su satisfacción. Pero eso, una vez instalado este modo de subjetividad, lo que sigue no es que el sujeto tome la palabra, sino que ésta quede tomada en términos del pasaje al acto. Y lacan dice que el síntoma de la conciencia de clase es lo que permite a Lenin pasar al acto. >>, p. 120

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Piezas sueltas. Buenos Aires, Paidós, 2013
<< El universal burocrático obtenido mediante benchmarking siempre se podrá a la singularidad de la relación terapéutica sostenida por un saber psiquiátrico o psicoanalítico o psicoterapéutico fundado en una pragmática propia. Cuanto más se trate el sufrimiento mediante protocolos generalizados, más se manifestará la unicidad disruptiva de los pasajes al acto. >>, p. 194.

Los autores del Campo Freudiano
Eric Laurent, << Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El Otro que no existe y sus comités de ética. >> Buenos Aires, Paidós, 2005.
<<Y la identificación, su poder, la tensión fecunda que introduce entre el sujeto y el Otro, se destaca principalmente en la psicosis; en el pasaje al acto el sujeto ataca lo que se le aparece como el desorden y, de este modo, se castiga él mismo con el contragolpe social. La reversión identificadora se presenta allí en su punto máximo. >>, p. 232.


Eje 2: El niño violento y su partenaire
 
  
Pulsiones y destinos de pulsión. Volumen 14 (1914-1916). Buenos Aires. Amorrortu editores, 1992.
 
<< […] tenemos todas las razones para suponer que también las sensaciones de dolor, como otras sensaciones de displacer, desbordan sobre la excitación sexual y producen un estado placentero en aras del cual puede consentirse aún el displacer del dolor. Y una vez que el sentir dolores se ha convertido en una meta masoquista, puede surgir retrogresivamente la meta sádica de infligir dolores; produciéndolos en otro, uno mismo los goza de manera masoquista en la identificación con el objeto que sufre. Desde luego, en ambos casos no se goza el dolor mismo, sino la excitación sexual que lo acompaña, y como sádico esto es particularmente cómodo. El gozar del dolor sería, por tanto, una meta originariamente masoquista, pero que sólo puede devenir meta pulsional en quien es originariamente
sádico. >>, p. 124. 
 
<< Sentimos la «repulsión» del objeto, y lo odiamos; este odio puede después acrecentarse convirtiéndose en la inclinación a agredir al objeto, con el propósito de aniquilarlo. >>, p. 131.

<<Etapas previas del amar se presentan como metas sexuales provisionales en el curso del complicado desarrollo de las pulsiones sexuales. Discernimos la primera de ellas en el incorporar o devorar, una modalidad del amor compatible con la supresión de la existencia del objeto como algo separado, y que por tanto puede denominarse ambivalente. […] El odio es, como relación con el objeto, más antiguo que el amor […]. >>, p. 133.

JACQUES LACAN
La agresividad en psicoanálisis. Escritos 1. Buenos Aires. Siglo XXI, 2008.
<< Así la agresividad que se manifiesta en las retaliaciones de palmadas y de golpes no puede considerarse únicamente como una manifestación lúdica de ejercicio de las fuerzas y de su puesta en juego para detectar el cuerpo. Debe comprenderse en un orden de coordinación más amplio: el que subordinará las funciones de posturas tónicas y de tensión vegetativa a una relatividad social cuya prevalencia ha subrayado notablemente un Wallon en la constitución expresiva de las emociones humanas. >>, p. 116
<< Es esta captación por la imago de la forma humana, más que una einfühlung cuya ausencia se demuestra de todas las maneras en la primera infancia, la que entre los seis meses y los dos años y medio domina toda la dialéctica del comportamiento del niño en presencia de su semejante. Durante todo ese periodo se registrarán las reacciones emocionales y los testimonios articulados de un transitivismo normal. El niño que pega dice haber sido pegado, el que ve caer llora>>, p. 117
<< La experiencia subjetiva debe ser habilitada de pleno derecho para reconocer el nudo central de la agresividad ambivalente, que nuestro momento cultural nos da bajo la especie dominante del resentimiento, hasta en sus más arcaicos aspectos en el niño. Así por haber vivido en un momento semejante y no haber tenido que sufrir de esa resistencia behaviourista en el sentido que nos es propio, san Agustín se adelanta al psicoanálisis al darnos una imagen ejemplar de un comportamiento tal en estos términos: “Vidi ego et expertus sum zelantem parvulum: nondum loquebatur et intuebatur pallidus amaru aspectu conlactaneum suum”: “Vi con mis propios ojos y conocí bien a un pequeñuelo presa de los celos. No hablaba todavía y ya contemplaba, todo pálido y con una mirada envenenada, a su hermano de leche”. Así anuda imperecederamente, con la etapa infans (de antes de la palabra) de la primera edad, la situación de absorción espectacular: contemplaba, la reacción emocional; y con una mirada envenenada, que son las coordenadas psíquicas y somáticas de la agresividad original. >>, p. 118-119.

Seminario 3, Las psicosis. Buenos Aires, Paidós, 2011.
<< Quisiera insistir. Cuando le dan una bofetada a un niño, ¡pues bien!, llora, eso se comprende; sin que nadie reflexione que no es obligatorio que llore. Me acuerdo de un muchachito que, cuando recibía una bofetada preguntaba: ¿Es una caricia o una cachetada? Si se le decía que era una cachetada, lloraba, formaba parte de las convenciones, de la regla del momento, y si era una caricia, estaba encantado. Por cierto, esto no agota el asunto. Cuando se recibe una bofetada, hay muchas maneras de responder a ellas además de llorar, se puede devolverla, ofrecer también la otra mejilla, también se puede decir:  Golpea, pero escucha.>>, p. 15-16.

<< Entre niños pequeños lo que sucede entraña ese transitivismo fundamental que se expresa en el hecho de que un niño que le pegó a otro puede decir: el otro me pegó. No miente: él es el otro, literalmente. […] El hecho de que el mundo humano esté cubierto de objetos se fundamenta en que el objeto del interés humano es el objeto del deseo del otro. >>, p. 61.

<< El conocimiento paranoico es un conocimiento instaurado en la rivalidad de los celos, en el curso de la identificación primera que intenté definir a partir del estadio del espejo. Esta base de rivalidad y competencia en el fundamento del objeto es, precisamente, lo que es superado en la palabra, en la medida en que concierne al tercero. La palabra es siempre pacto, acuerdo, nos entendemos, estamos de acuerdo: esto te toca a ti, esto es mío, esto es esto y esto es lo otro. Pero el carácter agresivo de la competencia primitiva deja su marca en toda especie de discurso sobre el otro con minúscula, sobre el Otro en cuanto tercero, sobre el objeto. No por nada testimonio en latín se denomina testis, siempre se testimonia sobre los propios cojones. Siempre hay compromiso del sujeto y lucha virtual en la cual el organismo está siempre latente, en todo lo que es del orden del testimonio. >>, p. 61-62.

<< Esto no debe sombrarlos a partir del momento en que hemos captado la importancia para el hombre de su imagen especular. Esta imagen es funcionalmente esencial en el hombre, en tanto le brinda el complemento ortopédico de la insuficiencia nativa, del desconcierto, o desacuerdo constitutivo, vinculados a la prematuración del nacimiento. Su unificación nunca será completa porque se hace precisamente por una vía alienante, bajo la forma de una imagen ajena, que constituye una función psíquica original. La tensión agresiva de ese yo o el otro está integrada absolutamente a todo tipo de funcionamiento imaginario en el hombre. >>, p. 138.

JACQUES-ALAIN MILLER

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Donc. Buenos Aires, Paidós, 2011.
<< […] la ley del corazón, cuando desemboca en el “delirio de presunción” no se satisface con este círculo. Lo rompe por medio de la violencia. El esquema permite situar el acto en la locura, la virtud en cierto sentido resolutoria del acto, vinculada al hecho de que, al ejercer esta violencia contra el orden, el yo se golpea sí mismo. >>, p.116 – 117

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Donc. Buenos Aires, Paidós, 2011.
<< Lacan tituló “La agresividad…” a aquel trabajo porque el concepto estaba de moda en esa época; en 1948 era la ultimísima moda, llegada de los Estados Unidos, con la que los herederos de Freud lograban acomodar esta pulsión de muerte que Freud les había dejado y con la cual no sabían muy bien qué hacer; entonces, encontraron qué hacer: retraducirla como agresividad. Lacan nuevamente desarrolla allí el resultado de su abordaje de la psicosis hecho dos años antes: la estructura paranoica del yo, con la ambivalencia entre el yo y el otro que la caracteriza – golpear al otro para terminar golpeándose a sí mismo, golpearse a sí mismo en el movimiento mismo en que se golpea al otro-, es el “nudo central” – tal es su expresión – que hay que develar en la experiencia analítica. >>, p. 136

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Silet. Clase del 2 de febrero del 1995, inédito. Traducción, Tomás Piotto.

<< El goce no se sitúa más que a partir del Otro. Lacan opone el modo de goce del Otro y el propio -por lo que se entenderá, según el contexto, el modo contemporáneo de goce-, y él da precisiones sobre este "nuestro modo de goce" al describirlo como precario y como "no situándose más que como plus-de-goce".  […] Para poder situar nuestro modo de goce en relación al Otro, debemos estar separados de él. Ahora, lo que podría ser un rasgo del universo contemporáneo es que el Otro desaparece >>

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Silet. Clase del 14 de junio del 1995, inédito. Traducción, Tomás Piotto.

<< La resistencia […] Lacan la sitúa esencialmente, dice, no a nivel de la acción, sino a nivel del objeto. Y agrega – propuesta sobre un gran futuro que deja mucho que meditar: el objeto aparece “bajo el signo de (la) nada”. Es lo que podría introducirnos a una clínica de la anorexia, el niño vence su dependencia del Otro nutriéndose a sí mismo, no de cualquier cosa, ni siquiera del pecho como objeto parcial del objeto simbólico materno, sino de este objeto como anulado, alimentándose de nada como objeto>>
<< Esto es lo que introduce el Seminario IV en relación a la pulsión, a saber, que, en todos los casos, la pulsión debe pensarse a partir del amor, en tanto que el amor -relación simbólica- no introduce el objeto nada. >>

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. La fuga de sentido. Buenos Aires, Paidós, 2011.
<< Si ustedes interpretan en el nivel imaginario, hacen desencadenarse efectos de agresividad, les responden, la cosa termina muy mal y entonces se trata de un ¡sobre todo no hagan eso! La interpretación simbólica trae paz. >>, p. 263

Una lectura del seminario “De un Otro al otro”. Freudiana, n° 59 mayo-agosto, 2010.
<< Hacer de la lucha a muerte por el puro prestigio la apuesta de su vida >>
<< El mito hegeliano, los dos semblantes se enfrentan, se hacen la guerra, tratan de suprimirse el uno al otro, haciendo cada uno en relación al otro los mismos movimientos hasta que uno cede frente al otro para proteger su vida. Esta lucha no tiene una puesta en juego de modo material, es una lucha para saber quién se afirma como tal, poniendo en riesgo la vida, y quien abandona. >>, p. 22


Post-freudianos

MÉLANIE KLEIN

Biblioteca fundamental de las ciencias de la psicología. El psicoanálisis de niños. Buenos Aires, Paidós, 2015.
<< Además de estos juegos cortaba papel haciendo moldes. Me dijo que eso era “picadillo” y que estaba saliendo sangre del papel, después de lo cual se estremeció y dijo sentirse mal. En una ocasión habló de una “ensalada de ojos” y otra vez dijo que había cortado “flecos” de mi nariz. Expresó otra vez el deseo de morder mi nariz, deseo que había ya expresado en su primer hora de análisis (en realidad hizo cuanto pudo para realizar este deseo). […] En su caso, como en el de otros niños, el cortar papel tenía diversas finalidades. Liberaba impulsos sádicos y canibalísticos y representaba la destrucción de los genitales de sus padres o de todo el cuerpo de su madre. Al mismo tiempo, sin embargo, se expresaban sus impulsos reactivos; por ejemplo, cortando una linda alfombrita, recreaba lo destruido.>>, p. 55.
<< En realidad tenía que fingir que hacía lo que ella misma había deseado hacer con su madre cuando presenció la relación sexual entre ella y su padre. Estos impulsos y fantasías sádicas eran el fondo de su fuerte ansiedad frente a la madre. Repetidamente manifestó temor a una “ladrona que le sacaría todo de su interior”. >>, p. 57
<< […] esta extraordinaria ruptura con la realidad – para cuyo fin empleaba también fantasías megalomanías – tenía su origen en el excesivo temor a los padres, especialmente a la madre. Con el fin de disminuir ese miedo Erna imaginaba ser una poderosa y severa señora en contra de su madre, y eso intensificaba su sadismo. >>, p. 61.
<< La acción de un superyó demasiado severo y cruel se veía en cada uno de los detalles de sus juegos y fantasías, alternando siempre entre una madre severa que castiga y un niño que odia. Era necesario un análisis profundo para explicar estas fantasías, idénticas a lo que en los adultos paranoides conocemos como delirios. >>, p. 62.


DONALD W. WINNICOTT

“Conceptos contemporáneos sobre el desarrollo adolescente y las inferencias que de ellos se desprenden en lo que respecta a la educación superior”.Realidad y juego.  Barcelona, Gedisa, 1993. [3]
<<Si sus hijos llegan a encontrarse a sí mismos no se conformarán con encontrar algo, sino que buscarán la totalidad, y ello incluirá la agresión y los elementos destructivos que existen en ellos, tanto como los que se pueden denominar amantes>>

 La agresión (1939)
<<En segundo lugar, existe el manejo de la agresión provocada por el miedo, la versión dramatizada de un mundo interior demasiado terrible. La finalidad de la agresión es encontrar un control y provocar su ejercicio. Es tarea del adulto impedir que esa agresión vaya demasiado lejos, mediante el ejercicio de una autoridad segura, dentro de cuyos límites es posible dramatizar y disfrutar cierto grado de maldad sin peligro. El retiro gradual de esa autoridad constituye una parte importante en el manejo de adolescentes, los que pueden ser agrupados según su capacidad para soportar la eliminación de la autoridad impuesta>>
<<La agresividad madura no es algo que deba curarse, sino algo que debe observarse y permitirse. Si resulta inmanejable, nos hacemos a un lado y la ley resuelve la situación. La ley está aprendiendo mucho ahora sobre la agresión adolescente, y el país cuenta con ella en tiempos de guerra.>>
Las raíces de la agresión 1964
<<Estos golpes tempranos inducen al bebé a descubrir el mundo exterior, distinto de su self, y a empezar a relacionarse con los objetos externos. Por lo tanto, esa conducta, que pronto será agresiva, al principio es un mero impulso que conduce a un movimiento y a los comienzos de la exploración del mundo exterior. Siempre existe este tipo de vínculo entre la agresión y el establecimiento de una diferenciación neta entre lo que es el self y lo que no es el self.>>
Las raíces de la agresión 1964
<<Oscar Wilde dijo: "Todo hombre mata lo que ama". Vemos a diario que, junto con el cariño, debemos esperar el daño. Quienes se dedican al cuidado de los niños notan que éstos tienden a amar aquello que dañan. Hacer daño es una parte importante de la vida del niño; el interrogante es: ¿cómo hallará nuestro hijo el modo de emplear estas fuerzas agresivas en la tarea de vivir, amar, jugar y, más adelante, trabajar?>>

  
Eje 3: El cuerpo tomado por la cosa violenta


FREUD

Tres ensayos de teoría sexual (Freud) (1905) Volumen VII. Amorrortu editores.

<<La sexualidad infantil constituye un ideal pedagógico del cual el desarrollo del individuo se aparta casi siempre en algunos puntos, y a menudo en medida considerable. De tiempo en tiempo irrumpe un bloque de exteriorización sexual que se ha sustraído a la sublimación>>, p.162.

¿Por qué la guerra? (Einstein y Freud) (1933 [1932]) Volumen 22 (1932-36) Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras. Amorrortu editores.

<< Pues bien; con algún gasto de especulación hemos arribado a la concepción de que ella trabaja dentro de todo ser vivo y se afana en producir su descomposición, en reconducir la vida al estado de la materia inanimada. Merecería con toda seriedad el nombre de una pulsión de muerte, mientras que las pulsiones eróticas representan los afanes de la vida>>, p. 194.

Esquema de psicoanálisis (1940 -1938-) Volumen 23. Amorrortu editores.
<<Tras larga vacilación y oscilación, nos hemos resuelto a aceptar sólo dos pulsiones básicas: Eros y pulsión de destrucción. (La oposición entre pulsión de conservación de sí mismo y de conservación de la especie, así como la otra entre amor yoico y amor de objeto, se sitúan en el interior del Eros.) La meta de la primera es producir unidades cada vez más grandes y, así, conservarlas, o sea, una ligazón {Bindung}; la meta de la otra es, al contrario, disolver nexos y, así, destruir las cosas del mundo. Respecto de la pulsión de destrucción, podemos pensar que aparece como su meta última trasportar lo vivo al estado inorgánico; por eso también la llamamos pulsión de muerte>>, p.146.

<<Ya durante esta fase «oral» entran en escena, con la aparición de los dientes, unos impulsos sádicos aislados. Ello ocurre en medida mucho más vasta en la segunda fase, que llamamos «sádico-anal» porque aquí la satisfacción es buscada en la agresión y en la función excretoria. Fundamos nuestro derecho a anotar bajo el rótulo de la libido las aspiraciones agresivas en la concepción de que el sadismo es una mezcla pulsional de aspiraciones puramente libidinosas con otras destructivas puras, una mezcla que desde entonces no se cancela más>>, p. 152.



JACQUES LACAN

Seminario 23, El sinthome. Buenos Aires, Paidós, 2006.
<<A propósito de Tennyson, de Byron, de cosas que se refieren a los poetas, se encontró con compañeros dispuestos a atarlo a una alambrada de púas y darle a él, James Joyce, una paliza. El compañero que dirigía toda la aventura era un tal Heron, término que no es indiferente, puesto que es el eron. Este Heron, le pegó, pues durante cierto tiempo, ayudado por algunos otros compañeros.
Después de la aventura, Joyce se pregunta por lo que hizo que, pasada la cosa, él no estuviera resentido. Se expresa entonces de una manera muy pertinente, como puede esperarse de él, quiero decir que metaforiza la relación con su cuerpo. El constata que todo el asunto se suelta como una cascara, dice.
¿Qué nos indica esto sino algo que concierne en Joyce a la relación con su cuerpo, relación ya tan imperfecta en todos los seres humanos? ¿Quién sabe lo que pasa en su cuerpo? >>, P. 146.

El Seminario, libro XXII, "RSI", lección del 14 de enero de 1975, Ornicar, No. 3, mayo de 1975.
<< Para el ser que habla, él está siempre en alguna parte mal situado entre dos y tres dimensiones. Es precisamente por eso que ustedes me han escuchado producir esto que es lo mismo, lo mismo que mi nudo, este equívoco sobre dit-mensión que yo escribo como ustedes saben porque se los he machacado, que yo escribo dit-mension, mensión del decir […] >>

Seminario 10, La angustia, Buenos Aires, Paidós, 2011.
<<Por el contrario, lo que dije del afecto es que no está reprimido; y esto lo dice también Freud. El afecto está desamarrado, va a la deriva. Se lo encuentra desplazado, loco, invertido, metabolizado, pero no reprimido Lo que está reprimido son los significantes que lo amarran. Tal relación del afecto con el significante requeriría todo un año de teoría de los afectos. Ya en una ocasión dejé presentarse cómo lo entiendo y lo hice a propósito de la cólera.
 La cólera, les dile, es lo que sucede en los sujetos cuando las clavijitas no entran en los agujeritos. Qué quiere decir esto? Cuando a nivel del Otro, del significante, es decir siempre más o menos de la fe y de la buena fe, no se juega yo juego. Esto suscita cólera.>>, p. 23.


JACQUES-ALAIN MILLER

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Extimidad. Buenos Aires, Paidós, 2011.
<< Fuera de significado quiere decir que aún no se lo hizo significar; es como eso con lo que el sujeto se relaciona antes de toda represión, respecto de lo cual la represión ya es una elaboración. Para decirlo simplemente, es el termino en relación con el cual hay una defensa primaria. Y en comparación con esta, la represión se presenta como una defensa mucho más elaborada. Respecto de esta realidad muda -así la designa Lacan-, el sujeto se constituye en una relación patética de afecto primario. >>, p. 40.

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Iluminaciones profanas. Clase del 22 de marzo del 2006, inédito. Traducción, Tomás Piotto
<< Lacan trata de deducir [...] cómo el sujeto surge no del significante, sino de cómo surge a partir de la relación indecible con el goce [...] se trata de abordar el sujeto incluso más allá de la represión, es decir en su posición de defensa. Es una orientación preliminar a las construcciones de la represión. Ahí estamos en el sótano del ser del sujeto. >>

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El lugar y el lazo. Buenos Aires, Paidós, 2013.
<< Eric Laurent: [...] Las citas que das de Lacan recuerdan que la teoría de la angustia está correlacionada con la tensión entre el deseo y el acto. No es incertidumbre en cuanto a la acción, sino que en el momento en que el sujeto va a pasar al acto está la dimensión de la angustia- La angustia indica algo de la dimensión de un acto que pone en juego los valores existenciales más fundamentales para el sujeto. >>, p. 264
<< El Es más fuerte que yo es la confesión de esa escisión, la conciencia de la misma, y muestra que la experiencia subjetiva no es la de la unidad supuesta que se consolida en la voluntad. Si acompañamos esta referencia a la voluntad, cabe decir que hay presencia de una voluntad diferente que se impone a aquella cuyo estatus recibe de la conciencia de sí. Por un atajo, digamos que esa voluntad diferente es la que Freud denomino pulsión y que Lacan llegó a teorizar como una demanda, lo que finalmente lo llevó a nombrarla, de un modo más claro, como voluntad d goce – que es el nombre lacaniano de pulsión. En la pulsión, en lo que este término freudiano designa, el sujeto tiene la más perturbadora experiencia de estar sometido a una voluntad diferente a la suya. Lo que llamamos inconsciente, cuya experiencia no tenemos fácilmente, apenas esboza esa voluntad diferente. Tal es el sentido de la asociación libre – experiencia que consiste en poner entre paréntesis, para sentirse sometido toda voluntad diferente de la de decir. Sin duda es una experiencia de la escisión, aunque no haga presente esa otra voluntad con el mismo acento que la pulsión. Los sueños también esbozan ese Es más fuerte que yo. >>, p. 297.


DSK* entre Éros et Thanatos», Le Point, n°248, mayo del 2011. Traducción en: https://pijamasurf.com/2011/05/dominique-strauss-kahn-entre-eros-y-tanatos/

<<Las cárceles están llenas de esos desgraciados en quienes la exigencia incondicional de la pulsión no fue taponada, temperada, frenada, racionada, canalizada a través del desplazamiento, de la sublimación, de las diversas figuras retóricas, las metáforas y las metonimias, todo ese sistema de esclusas y diques que constituye la arquitectura de una neurosis bella y buena. >>
*El caso Strauss-Kahn o affaire Strauss-Kahn fue un caso judicial en el cual Nafissatou Diallo acusó al economista y político francés Dominique Strauss-Kahn (DSK), presidente del Fondo Monetario Internacional, de haberla interceptado el 14 de mayo de 2011 en la suite 2806 del Hotel Sofitel (Nueva York) donde ella estaba limpiando, golpeándola, intentando violarla y obligarla a practicarle sexo oral.


Los autores del Campo Freudiano

Eric Laurent, << Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El Otro que no existe y sus comités de ética. >> Buenos Aires, Paidós, 2005.
<<Lacan concluía: “Movimiento que da forma lógica de toda asimilación “humana”, en cuanto precisamente se plantea como asimiladora de una barbarie, y que sin embargo reserva la determinación esencial del “yo [je]””. Esta barbarie se presenta desde el comienzo. En esta comunidad de adolescentes circula amenazante la sexualidad, que es presencia de una naturaleza, algo feroz que se anuncia a Törless como capaz de apresarlo, de lacerar sus ojos. Desde el comienzo Törles se instala en una suerte de tensión erótica con el Otro, con su camarada, y está la idea de que hay “algo” (entre comillas) entre él y su compañero Beineberg, a quien en determinado momento desea ardientemente cubrir de insultos. Cuando se avecina la sexualidad, esta significación solo se aborda por la forma límite del lenguaje, la injuria, el insulto, la humillación, el terror. >>, p. 64-65.


Post-freudianos

DONALD W. WINNICOTT

Conceptos contemporáneos sobre el desarrollo adolescente y las inferencias que de ellos se desprenden en lo que respecta a la educación superior. Realidad y juego.  Barcelona, Gedisa, 1993.[4]
<<Si en la fantasía del primer crecimiento hay un contenido de muerte, en la adolescencia el contenido será de asesinato (…) el crecimiento es intrínsecamente un acto agresivo.>>
<<Si se quiere que el niño llegue a adulto, ese paso se dará sobre el cadáver del adulto (Doy por sentado que el lector sabe que me refiero a la fantasía inconsciente). >>
La agresión (1939).
<<Si se piensa en términos de lo que el niño está organizado para soportar, se llega fácilmente a la conclusión de que el amor y el odio no son experimentados con mayor violencia por el adulto que por el niño pequeño>>.
Las raíces de la agresión (1964).
<<La agresión (…) es una de las dos fuentes principales de energía que posee el individuo>>
Eje 4: Violencia sin causa, no sin consecuencias

FREUD
Carta de Sigmud Freud a Arthur Schiztler. Mayo 1922. [5]
<<En un pequeño ensayo escrito en 1920, Más allá del principio del placer, intenté demostrar que el Eros y la pulsión de muerte son las fuerzas básicas cuya interacción domina todos los enigmas de la existencia >>

Moisés y la religión monoteísta. Esquema del psicoanálisis y otras obras (1937-1939). Volumen 23. Buenos Aires, Amorrortu editores, 2001.
<<Nos representamos un estado inicial de la siguiente manera: la integra energía disponible de Eros, que desde ahora llamamos libido, está presente en el yo-ello todavía indiferenciada y sirve para neutralizar las inclinaciones de destrucción simultáneamente presentes (carecemos de un término análogo a <<libido>> para la energía de la pulsión de destrucción) [..] Mientras esta última produce efectos en lo interior como pulsión de muerte, permanece muda. Solo comparece ante nosotros cuando es vuelta hacia afuera como pulsión de destrucción […] Retener la agresión es en general insano, produce un efecto patógeno (mortificación). El tránsito de una agresión impedida hacia una destrucción de sí mismo por vuelta de la agresión hacia la persona propia suele ilustrarlo una persona en el ataque de furia, cuando se mesa los cabellos y se golpea el rostro con los puños en todo lo cual es evidente que ella hubiera preferido infligir a otro ese tratamiento >>, p. 147-148.

¿Por qué la guerra? (Einstein y Freud) (1933 [1932]) Volumen 22 (1932-36) Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras. Buenos Aires. Amorrortu editores.
<<Es claro que, como usted mismo puntualiza, no se trata de eliminar por completo la inclinación de los hombres a agredir;  puede intentarse desviarla lo bastante para que no deba encontrar su expresión en la guerra >>, p.195

JACQUES LACAN
Seminario 22, RSI Ornicar, n° 5, dec-janv 75/76
<<Allí nada se puede, el parl’être no aspira más que al bien, de donde se hunde siempre en lo peor (pire) >>[6]
<<El nudo borromeo pone a nuestro alcance esto, crucial para nuestra práctica, que no tenemos ninguna necesidad de lo microscópico para que aparezca la razón de esta verdad primera, a saber, que el amor es odioenamoramiento y no velle bonum a licui como lo enuncia San Agustin. >>


JACQUES-ALAIN MILLER

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El banquete de los analistas. Buenos Aires, Paidós, 2000.

“Lacan dice bien que el insulto es la primer palabra y la última del dialogo. Es en el insulto que el lenguaje tiene consecuencias. Es el insulto quien te hace reaccionar”
<< Lacan subraya muy bien que es [el insulto] la primera y la última palabra, porque cuando la Ilíada se cierra con la muerte de Héctor – debida al hecho de que Aquiles volvió al combate -, ¿qué tiene Aquiles para Héctor sino insultos? Empieza por decirle “ser inolvidable” y termina llamándolo “insensato, perro!”. En efecto, la Ilíada comienza y termina con insultos >>, p.98
<< En realidad, la fórmula del insulto aparece cuando en el desfallecimiento del Otro como lugar del significante (A/) emerge el ser del sujeto como a, y entonces surge del fondo de la lengua un significante que intenta atrapar precisamente el momento de lo indecible. Por eso este epíteto, el epíteto fosilizado, apunta a decir lo propio de un sujeto. Y por eso el odio es uno de los caminos del ser >>, p. 106

-Nada es más humano que el crimen. Virtualia 18, octubre 2008.[7]

<<Hay un matar del ser humano que es legal. La civilización supone un derecho de matar al ser humano. Matar legalmente supone agregar algunas palabras al matar salvaje, un encuadre institucional, una red significante, que transforme el matar, la significación misma de la acción mortífera. Si se hace de la buena forma, si se introducen los buenos semblantes, “matar” no es más un asesinato sino un acto legal. Los significantes, las palabras, los encuadres, el ritual, transforman la acción mortífera. >>, p. 3

<<Un derecho inspirado en el psicoanálisis tomaría en cuenta la distinción entre lo verdadero y lo real, que lo verdadero nunca logra a recubrir a lo real.”[…]” Este derecho también tomaría en cuenta que el sujeto constituye una discontinuidad en la causalidad objetiva, que nunca se puede recomponer totalmente la causalidad objetiva de un acto subjetivo. Deberían saber hacer con la opacidad que resta. >> p. 4

Eje 5: Síntoma y otros remiendos

FREUD

El chiste y su relación con lo inconsciente. Volumen 8 (1905). Buenos Aires.Amorrortu editores, 1991.
<<Por fin se vuelve aquí palpable el servicio que el chiste presta a su tendencia. Posibilita la satisfacción de una pulsión (concupiscente u hostil) contra un obstáculo que se interpone en el camino; rodea este obstáculo y así extrae placer de una fuente que se había vuelto inasequible por obra de aquel.>>, p. 95.

Tótem y tabú y otras obras. Volumen 13 (1913-1914). Buenos Aires.Amorrortu editores, 1991.
<<La conducta del niño hacia el animal es muy parecida a la del primitivo. […] La fobia recae por regla general sobre animales hacia los cuales el niño había mostrado hasta entonces un interés particularmente vivo, y nada tiene que ver con el animal individual. La opción entre los animales que pueden volverse objeto de la fobia no es grande en las condiciones de la vida urbana; caballos, perros, gatos, rara vez pájaros, con llamativa frecuencia animales muy pequeños, como escarabajos y mariposas. Muchas veces, animales de los que el niño sólo ha tomado conocimiento por los libros ilustrados y los cuentos se vuelven objeto de la angustia disparatada y desmedida que se muestra en estas fobias; […] “[…] en el análisis casi siempre se las puede desenmascarar como un desplazamiento de la angustia, desde uno de los progenitores al animal.”>>, p. 129-130-131.

<< Hace poco publiqué el «Análisis de la fobia de un niño de cinco años» (1909), cuyo material fue puesto a mi disposición por el padre del pequeño paciente. Era una angustia ante el caballo, a consecuencia de la cual el niño se rehusaba a andar por la calle. Exteriorizaba el temor de que el caballo entrara en la habitación y lo mordiera. Se averiguó que sería el castigo por su deseo de que el caballo se cayera (muriera). Después que mediante reaseguramientos se le quitó al muchacho la angustia ante el padre, le ocurrió batallar con deseos cuyo contenido era la ausencia (viaje, muerte) del padre. Según lo dejaba conocer de manera hipernítida, sentía al padre como un competidor en el favor de la madre, a quien se dirigían en oscuras vislumbres sus deseos sexuales en germen.>>, p. 131.
<< El odio [al padre] proveniente de la rivalidad por la madre no puede difundirse desinhibido en la vida anímica del niño: tiene que luchar con la ternura y admiración que desde siempre le suscitó esa misma persona; el niño se encuentra en una actitud de sentimiento de sentido doble —ambivalente— hacia su padre, y en ese conflicto de ambivalencia se procura un alivio si desplaza sus sentimientos hostiles y angustiados sobre un subrogado del padre.>>, p. 132.

JACQUES LACAN

Seminario 3, Las psicosis. Buenos Aires, Paidós, 2011.
<< El complejo de Edipo significa que la relación imaginaria, conflictual, incestuosa en sí misma, está prometida al conflicto y a la ruina. Para que el ser humano pueda establecer la relación más natural, la del macho a la hembra, es necesario que intervenga un tercero, que sea la imagen de algo logrado, el modelo de una armonía. No es decir suficiente: hace falta una ley, una cadena, un orden simbólico, la intervención del orden de la palabra, es decir del padre.>>, p. 139.

Seminario 4, La relación de objeto. Buenos Aires, Paidós, 2008.
<< Es bien sabido, sin embargo, que la agresión puede ser provocada por cualquier otro sentimiento y que en absoluto se excluye, por ejemplo, que un sentimiento de amor esté en el origen de una reacción agresiva. En cuanto a decir que una reacción como la ironía, por ejemplo, es agresiva por naturaleza, no me parece compatible con algo que todo el mundo sabe, que lejos de ser una reacción agresiva la ironía es, ante todo, una forma de interrogación, una modalidad de pregunta. >>, p. 32.


Seminario 6, El deseo y su interpretación. Buenos Aires, Paidós, 2014.

<< Aquí está en juego un elemento esencial, y ésta es una primera diferencia, en la hebra, con respecto a la fabulación fundamental, primera, del drama de Edipo. Edipo no sabe. Cuando sabe todo, el drama se desencadena, lo cual llega hasta su autocastigo, es decir, hasta la liquidación de la situación por parte de él mismo. Pero el crimen edípico es cometido sin darse cuenta. En Hamlet, el crimen edípico es sabido, y sabido por su víctima, la cual aparece para darlo a conocer al sujeto. >>, p. 268.


Seminario 22, «RSI», lección del 18 de febrero de 1975. Extracto de la lección publicada en Ornicar?  n°4. Traducción de la cita al español, Tomás Piotto
<<Hay coherencia, hay consistencia entre el síntoma y el inconsciente. Yo definí el síntoma por la manera en que cada uno goza del Inconsciente en tanto que el Inconsciente lo determina.>>
Seminario 23, El sinthome. Buenos Aires, Paidós, 2006.
<< Vale la pena detenerse en esto. ¿Qué Joyce sea e escritor por excelencia del enigma no sería la consecuencia del ensamblaje tan mal hecho de este ego, de función enigmática, de función reparatoria? >>, p 151.


JACQUES-ALAIN MILLER

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El Otro que no existe y sus comités de ética. Buenos Aires, Paidós, 2005.
<< En la especie humana, la necesidad, el no cesa de escribirse, se escribe como síntoma. No hay relación susceptible de establecerse entre dos individuos de la especie que no pase por la vía del síntoma, el cual en este caso más que obstáculo es mediación, lo que permite a Lacan a identificar a veces el partenaire con el síntoma. >>, p. 326-327.

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Un esfuerzo de poesía. Buenos Aires, Paidós, 2016.
<< Lacan extrae dos consecuencias del paso freudiano: la primera es que vuelve precario que alguien conozca bien su paño, y la segunda es que vuelve falso que alguien se reconozca en él. Y deduce el alcance que, para otros discursos, tienen estas consecuencias articuladas según las practicas del psicoanálisis –que ningún sujeto se reconoce en el síntoma, que el síntoma es una formación. Esto arruina los esfuerzos por construir un sujeto de la historia que esté a la altura de sus tareas. ¿Quién conocería bien el paño? ¿El revolucionario profesional, o el graduado en ciencias políticas, o el miembro del Partido, sin importar qué forma tome, incluida la del filósofo político o la del sabio?, p. 120-121.


<<Nota paso a paso - sublimación = escabel -  >>, Cf. Lacan Jacques, Seminario 23, El sinthome. Buenos Aires, Paidós, 2006.
<< El sinthoma roule es el síntoma desnudado en su estructura y en su real, el madaquin es el sinthome elevado al semblante, vuelto maniquí, y velado por las sublimaciones disponibles en la tienda de los accesorios: el ser y su esplendor, lo verdadero, lo bueno, lo bello, etc.
<< A menudo Lacan nombró el medio elevatorio de la sublimación como operación ascensional con el término hegeliano muy conocido Aufhebung. En su escritorio “Joyce el Síntoma” le da el nombre más expresivo de “escabel” (AÉ, pp. 565-570).
El escabel hace hincapié en el cuerpo. Asimismo, Lacan designa el sinthome como “acontecimiento corporal” (ibid., p. 569), cuando definía el síntoma freudiano como “verdad” (E1, pp. 224 y 225). Joyce, “hereje”, partidario del sinthome-rueda-cuando-te-empujo, “priva al sinthome de su madaquinismo” (p.15). Pero esto no le impide querer treparse con su sinthome al “l’ SK beau” de la obra de arte >>, p.204.

<< No, la sabiduría del sinthome no es la resignación a la falta ni el retorno a cero ni la homeostasis de la existencia estable de lo universal bajo la férula del principio del placer. Ni el Libro de la Sabiduría ni Hegel ni Husserl ni Quine, sino más bien Joyce, como lo había visto tan claramente el joven Derrida.
La sabiduría Joyceana es más bien una “filosofía” (p. 126). Consiste para cada uno en servirse de su sinthome, de la singularidad de su pretendida “minusvalía psíquica”, para lo mejor y para lo peor, sin aplastar su relieve bajo un common sense. >>, p.237.

Los autores del Campo Freudiano

Eric Laurent., << Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El Otro que no existe y sus comités de ética. >> Buenos Aires, Paidós, 2005.
<<La solución de Törless plantea que hay un reverso del mundo, que es inconmensurable. Si se quiere, es como el punto de inflexión del plano proyectivo, que siempre produce fisura, nos hace bascular de un lado o del otro, y de nada sirve la comparación. Esta solución es el reverso del psicoanálisis, es un olvido de sí, que construye la obra misma, la distancia que logró tomar Musil respecto de lo que atravesó. No es el camino psicoanalítico, pero es lo que encontró y que lo dejó con respecto al lenguaje, con respecto al Otro, en una posición de sátira que anuncia la primera parte de Elhombre sin atributos. >>, p. 68.


Leguil Clotilde., « Présentation », Cf. Freud S., Totem et Tabou (1912-1913), Paris, Points, 2010.Traducción de las citas al español, Tomás Piotto
<<¿Por qué Freud, el inventor del psicoanálisis, también se interesa en el hombre en estado natural, este hombre que aún no ha sido deformado por la civilización?[…]¿Es porque, al escuchar las palabras de sus pacientes que sufren por no saber lo que desean, él percibe, como el autor del Discurso sobre el origen de la desigualdad, que "el estado de la reflexión es un estado en contra de la naturaleza y que el hombre que medita es un animal depravado "?
Al descubrir que es la moralidad civilizada la que produce los conflictos psíquicos que empujan a los individuos a refugiarse en la neurosis,[…] Freud no cree que la felicidad se pueda encontrar escapando de la civilización. Sin embargo, hay una filiación subterránea de Rousseau a Freud. Las restricciones que los hombres se impusieron en la civilización los habrían enfermado.
Sus pensamientos y sus obsesiones les impedirían actuar. Los síntomas de los neuróticos son tanto de su propia construcción como de su época.[…] Pero el objetivo de Freud es nuevo. Se trata de probar la existencia del inconsciente y sus leyes, tan extrañas desde el punto de vista de la conciencia. Se propone avanzar en la lucha contra el oscurantismo mostrando a sus contemporáneos que el ser humano también se encuentra indefenso frente a su propio funcionamiento psíquico, que él está ante un extranjero que habla una lengua que él no conoce >>, p. 14-16.

<<Tótem y tabú, […]  es el esfuerzo de Freud por establecer las coordenadas entre la vida psíquica de los salvajes y la de los neuróticos. Algo de la vida psíquica de los pueblos primitivosrefleja la de los neuróticos, como si los neuróticos, a través de sus síntomas, encontraran una relación con el mundo que era la de los primeros hombres.El punto de vista de Freud no es comparativo: no busca introducir una medida que interprete la neurosis como una regresión a un grado anterior de la civilización. La coherencia que Freud trae a la luz es más bien en honor de los salvajes que nos permite captar el significado de los síntomas neuróticos. […] Así, la vida psíquica de los salvajes nos ofrece, en cierto modo, el espectáculo del inconsciente a cielo abierto. >>, p. 17.
 


Eje 6: Rostros de la rebeldía

FREUD
¿Por qué la guerra? (Einstein y Freud) (1933 [1932]) Volumen 22 (1932-36) Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis y otras obras. Buenos Aires. Amorrortu editores.
<<Entonces el derecho de la comunidad se convierte en la expresión de las desiguales relaciones de poder que imperan en su seno; las leyes son hechas por los dominadores y para ellos, y son escasos los derechos concedidos a los sometidos. A partir de allí hay en la comunidad dos fuentes de movimiento en el derecho {Rechtsunruhe}, pero también de su desarrollo. En primer lugar, los intentos de ciertos individuos entre los dominadores para elevarse por encima de todas las limitaciones vigentes, vale decir, para retrogradar del imperio del derecho al de la violencia; y, en segundo lugar, los continuos empeños de los oprimidos para procurarse más poder y ver reconocidos esos cambios en la ley, vale decir, para avanzar, al contrario, de un derecho desparejo a la igualdad de derecho. Esta última corriente se vuelve particularmente sustantiva cuando en el interior de la comunidad sobrevienen en efecto desplazamientos en las relaciones de poder, como puede suceder a consecuencia de variados factores históricos. El derecho puede entonces adecuarse poco a poco a las nuevas relaciones de poder, o, lo que es más frecuente, si la clase dominante no está dispuesta a dar razón de ese cambio, se llega a la sublevación, la guerra civil, esto es, a una cancelación temporaria del derecho y a nuevas confrontaciones de violencia tras cuyo desenlace se instituye un nuevo orden de derecho>>, p. 189-190.

 El malestar en la cultura (1930 [1929]). Volumen 21 (1927-31) El porvenir de una ilusión El malestar en la cultura y otras obras. Amorrortu editores.
<<Lo que en una comunidad humana se agita como esfuerzo libertario puede ser la rebelión contra una injusticia vigente, en cuyo caso favorecerá un ulterior desarrollo de la cultura, será conciliable con esta>>, p. 94

JACQUES LACAN
Acerca de la causalidad psíquica (1947). Escritos 1. Buenos Aires. Siglo XXI, 2008.
<<Ese desconocimiento se revela en la sublevación merced a la cual el loco quiere imponer la ley de su corazón a lo que se le presienta como el desorden del mundo, empresa “insensata”, pero no en el sentido de que es una falta de adaptación a la vida – fórmula que oímos corrientemente en nuestros medios, aun cuando la mínima reflexión sobre nuestra experiencia debe demostrarnos su deshonrosa inanidad -, empresa insensata, digo, más bien por el hecho de que el sujeto no reconoce en el desorden del mundo la manifestación misma de su ser actual, y porque lo que experimenta como ley de su corazón no es más que la imagen invertida, tanto como virtual, de ese mismo ser. Lo desconoce, pues, por partida doble, y precisamente por desdoblar su actualidad y su virtualidad. Su ser se halla, por tanto, encerrado en un círculo, salvo en el momento de romperlo mediante alguna violencia en la que, al asestar su golpe contra lo que se le presenta como el desorden, se golpea a sí mismo por vía de rebote social.>>, p. 169-170.

 Seminario 10, La angustia, Buenos Aires, Paidós, 2011.
<<Sea como sea, con toda seguridad, la traducción que ha sido admitida de triebregung por émoi pulsionnel es ante todo impropia, y precisamente por la distancia que hay entre la emoción y la turbación. La turbación es trastorno, caída de potencia, la Regunges estimulación, llamada al desorden, incluso al motín.>>, p. 21

JACQUES-ALAIN MILLER
Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El banquete de los analistas. Buenos Aires, Paidós, 2000.
<< Lacan […] no hizo más que traducir una frase de Freud de “El malestar en la cultura”, en la que refiere el efecto de la renuncia pulsional sobre la conciencia y, en particular, al hecho de que el sujeto abandone la satisfacción que le proporciona la pulsión agresiva. Cuando el sujeto abandona esta satisfacción, el superyó retoma cada fragmento y aumenta su agresividad contra el yo. Es lo que lacan traduce exactamente. Y es que solo se es culpable de lo que Freud llama una renuncia pulsional: paradójicamente, la renuncia pulsional misma nutre la culpabilidad.>>, p. 34
Ironía. www.revconsecuencias.com.ar/ediciones/007/template.php?file=arts/alcances/Ironia.html 
<<Para construir esta perspectiva clínica sería preciso llegar a la ironía infernal del esquizofrénico, aquélla de la que hace un arma que, dice Lacan, implica la raíz de toda relación social. […] Añado que es el único sujeto que no se defiende de lo real por medio de lo simbólico […]. La ironía, al contrario, no es del Otro, es del sujeto y va contra el Otro. ¿Qué dice la ironía? Dice que el Otro no existe […].>>

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El Otro que no existe y sus comités de ética. Buenos Aires, Paidós, 2005.
<< La rouspétance es un término del argot testificado desde comienzos de la Tercera República, que designa una protesta contra la injusticia, que no se hace en forma legal, sublimada, sino como una especie de charla malhumorada que implica una dimensión de estancamiento e impotencia para resistir una fuerza superior que se impone. Cabe agregar que el rezongón no es el sublevado.>>, p. 100

Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. Iluminaciones profanas. Clase del 1 de marzo del 2006, inédito. Traducción, Tomás Piotto
<< ¿Cómo dar cuenta de la revuelta [de mayo del 68]? La verdad está de huelga, ¿cómo hay que entenderlo? Por lo general, ella funciona para cada uno, el mismo “cada uno” que mencione sobre el síntoma. Y allí […], la verdad se detiene para cada uno y ella pasa a locolectivo […].  Así es como en la página 39 del seminario 16 Lacan expresa esto: << Con el peso que la verdad nos impone en cada momento de nuestra existencia, ¡qué felicidad, por supuesto, no tener con ella más que una relación colectiva!>> Este es en efecto el gran vertedero de la verdad con el que ya no tenemos la relación, de alguna forma, sintomal, quefue evocada. Por el contrario, ahí, la identificación con al colectivo de cada uno, o la identificación constituyente del colectivo, libera de este peso para cada uno. […].Al final, ¿cuál es la verdad de las verdades? Es que, en sociedad, se renuncia al goce. Esto esta sostenido a partir del orden establecido por un Otro en mayúsculas.>>


Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Alain Miller. El ultimísimo Lacan. Buenos Aires, Paidós, 2014.
<< Lacan, piensa entonces la poesía a partir de un simbólico que estaría incluido en lo imaginario. Viene luego un desarrollo acerca de la violencia que se ejerce hacia el uso de la lengua que nos permite entender la oposición entre el sentido, el sentido como imaginario o el sentido común, y el anclaje y el forzamiento a los que la poesía obliga a ese sentido, al manipular el significante. Digamos que solo hay poesía por la violencia que se ejerce sobre el uso común y corriente de la lengua a partir de una manipulación del significante. Cosa que Lacan llama extrañamente “la verdad”.>>, p. 176.



Los autores del Campo Freudiano
Zuliani Eric., «Les insurrections du désir», Malappris, n°10, Publicación on-line del blog Désir ou Dressage, 14 de septiembre del 2017.Traducción de la cita al español, Tomás Piotto
En 1946, en un artículo sobre la psiquiatría inglesa y los soldados que presentaron lo que podría llamarse trastornos de la conducta en la actualidad, el Dr. Lacan hizo esta observación: "[…] no es de una indocilidad demasiado grande de los individuos de donde vendrán los peligros del porvenir humano. […]. Al contrario, el creciente desarrollo, en este siglo, de los medios para actuar sobre el psiquismo, una manipulación concertada de las imágenes y de las pasiones […] darán lugar a nuevos abusos de poder.” Él ofrece allí una indicación al practicante del campo psi que quiera orientarse al darle dignidad a la indocilidad, a la rebelión. Las cuales, podríamos decir, son formas de nombrar el deseo.
Indócil, sin embargo, no es un diagnóstico, pero nos permite ver el importante lugar de un no, del rechazo en los sujetos que acogemos. Los psicólogos de la infancia han descubierto que el no estructura el sujeto cuando se enuncia sobre el fondo de un consentimiento. ¿Cuándo se vuelve patológico? Cuando él es un rechazo radical. Incluso en estos casos, el "no" sigue siendo la expresión de una "insurrección de a" en el sujeto y, como tal, es el sujeto primero el que está tratando con algo que se niega en él. Un deseo puede deducirse.>>


Los amigos del campo freudiano

Barthes Roland., «Zazie y la literatura», Buenos Aires, Seix Barral, Ensayos Críticos, 2003.
<< Zazie quiere su Coca-Cola, su blue-jean, su metro, solo habla el imperativo o el optativo, y es éste el motivo de que su lenguaje esté al abrigo de toda irrisión.  De este lenguaje-objeto Zazie emerge de vez en cuando para fijar con su cláusula asesina [ mi culo] el meta-lenguaje de las personas mayores. […] Frente al imperativo […] del lenguaje-objeto, su modo principal es el indicativo, especie de grado cero del acto destinado a representar lo real […]. >>, p. 171-172.


Post-freudianos

DONALD W. WINNICOTT

Las raíces de la agresión (1964).
<<Por de pronto, está el contraste entre el niño audaz y el tímido. El primero tiende a lograr el tipo de alivio que proporciona la expresión abierta de la agresión y la hostilidad; el segundo propende a no encontrar esta agresión en el self, sino en otra parte, y a asustarse de ella o esperar con aprensión su venida desde el mundo exterior.>>
<<Si se le da tiempo para que desarrolle sus procesos de maduración, el bebé podrá ser destructivo, odiar, patear y berrear, en vez de aniquilar mágicamente ese mundo. De este modo, la agresión efectiva se considera un logro. Las ideas y la conducta agresivas adquieren un valor positivo comparadas con la destrucción mágica, en tanto que el odio se transforma en una señal de civilización, cuando tenemos presente el proceso global de desarrollo emocional del individuo y, en particular, sus etapas más tempranas.>>
Conceptos contemporáneos sobre el desarrollo adolescente y las inferencias que de ellos se desprenden en lo que respecta a la educación superior.Realidad y juego.  Barcelona, Gedisa, 1993.[8]
<Pero las cosas son muy distintas cuando por política deliberada los adultos delegan la responsabilidad, por cierto, que hacer tal cosa, puede ser una forma de traicionar a los hijos en un momento crítico. En términos del juego, o del juego de la vida, se abdica en el preciso momento en que ellos vienen a matarlo a uno (…) Ya no tiene sentido la rebelión y el adolescente que triunfa demasiado temprano resulta presa de su propia trampa, tiene que convertirse en dictador y esperar a ser muerto, no por una nueva generación de sus propios hijos, sino por sus hermanos. Como es lógico, trata de dominarlos.>>


Referencias en literatura[9]

ELIAS CANETTI, <<La lengua salvada>>, Obra completa 3. Barcelona, Debolsillo, 2015.
<<Mi prima Lauracia y yo éramos inseparables compañeros de juego. […] Un día Lauracia empezó a ir a la escuela […]. Al cabo de un tiempo volvió con un cuaderno: estaba aprendiendo a leer y escribir. […] cuando quise tocar el cuaderno ella se puso de repente seria. Dijo que yo no tenía permiso, que solo ella lo tenía […].
Un día, que nadie en la familia olvidaría jamás, estaba yo como siempre junto al portón esperándola.
- Déjame ver lo que hay escrito – supliqué nada más llegar a Lauracia.
Ella no dijo nada y yo supe que la lucha empezaría de nuevo y que ya nadie podría separarnos. […] Yo fui a cogerlos, ella los retiró y salió corriendo. Desde lejos me enseñó un cuaderno abierto y gritó:
- ¡Eres demasiado pequeño! ¡Aun no sabes leer!
[…] De pronto la dejé allí plantada e hice el largo camino que rodeaba la casa hasta el patio de la cocina para coger el hacha del armenio, con la que quería matarla. >>, p. 56-59

Mircea Cărtărescu, << El Mendébil >>, Nostalgia. Madrid, Impedimenta, 2014.

<< Nuestros juegos eran, en ocasiones, crueles y bárbaros. […] Veo todavía hoy a Lută incrustar un clavo, de un solo golpe, en el pecho de un gato dormido. […] Hacíamos lo mismo entre nosotros. Nos perseguíamos todo el día por las laberínticas zanjas del alcantarillado. […] Aquello parecía volvernos locos. […] No sé quién inventó aquel juego que llamábamos Brujitoca, y que jugamos años y años sin llegar a aburrirnos. […] La Brujitoca nos perseguía por aquellos agujeros apestosos y, cuando conseguía pegar a alguno con su palo, lanzaba un aullido terrible. La víctimatenía que quedarse como paralizada. La Brujita lo arrastraba del brazo hasta su guarida; allí le daba en la cabeza un número determinado de coscorrones y, bautizado de esta manera, la presa se transformaba a su vez en Brujitoca. >>, p. 53-54

André Gide, << Las cuevas del Vaticano >>, Biblioteca moderna. Buenos Aires, Argonauta, 1946.
<<- ¿Quién lo vería? – pensaba Lafcadio -. Allí, cerca de mi mano, bajo mano, esta doble cerradura que puedo abrir cómodamente; esta puerta, que al ceder de golpe lo dejaría caer hacia adelante; bastaría un leve empujón, caería en la noche como una masa; ni aun se oiría un grito… Y mañana, camino de las islas… ¿Quién lo sabría? […]
Fleurissoire no lanzó un grito. Al empujón de Lafcadio y ante el abismo abierto a sus pies hizo un gran esfuerzo para sostenerse, su mano izquierda se agarró al cuadro liso de la portezuela […]. Lafcadio sintió abatirse sobre la nuca una garra horrible; bajó la cabeza y dió un segundo empujón más violento que el primero; las unas le arañaban el cuello, y Fleurissoire no encontró dónde agarrarse más que el sombrero de castor, que asió desesperadamente y arrastró en su caída.>>, p. 164-165






[1]http://institut-enfant.fr/bibliographie/
[2] Localización de las referencias en español por Tomás Piotto, Giuliana Casagrande, Laura Rotolo.
[6] Inédito en español
[7]http://www.revistavirtualia.com/storage/articulos/pdf/nFnC6P2tfp0cLfh3bTszZwec7bLbbC68H2zcgRJe.pdf
[9]Localizadas por Tomás Piotto