Boletín 18 JE 5#


“En el preciso momento en que repasaba los poderosos versos de Keats pensaba en que quizás solo estaba siendo leal a mi memoria. Quizás la verdadera emoción que extraía de ellos radicaba en aquel lejano instante de mi niñez en Buenos Aires, cuando por primera vez oí a mi padre leerlos en voz alta. Y cuando la poesía, el lenguaje, no era solo un medio para la comunicación sino que también podía ser una pasión y un placer: cuando tuve esa revelación, no creo que comprendiera las palabras, pero sentí que algo me sucedía. Y no solo afectaba mi inteligencia sino a todo mi ser, a mi sangre y a mi carne”.
Jorge Luis Borges