Eric Laurent Lo Insoportable de la infancia- (extractos)

Eric Laurent Lo Insoportable de la infancia- (extractos)


Con motivo de las Jornadas de la NEL, Raquel Cors Ulloa realiza una entrevista a Eric Laurent en donde propone una relectura de los conceptos de la infancia. Distingue dos vertientes, un momento que atraviesa el sujeto y algo que nunca se atraviesa, que se deposita  y persiste en un modo de exigencia que se mantiene como exigencia y hace a modos de lo insoportable. Señala el esfuerzo que tienen que hacer los analistas para pensar la sexualidad infantil con la última enseñanza de Lacan, sin olvidar la anterior y “Los seis paradigmas del goce” de J-A Miller para acercarse a una manera de leer la infancia como momento en donde hay un goce polimorfo, no centrado, descentrado, un goce nunca unificado (a diferencia de lo que decía Freud). Hay pulsiones parciales y la incidencia del goce fálico pero no hay  unificación. Se trata de releer la clínica de la infancia a partir de la necesaria dispersión de los goces. Tanto la vertiente del lado simbólico: el sujeto y su encuentro con el Otro y la vertiente Imaginario y Real. Acercarse a la perspectiva de los nudos es fundamental y lo que el título contiene “lo insoportable” es el toque de real que hay que reintroducir siempre más en nuestro abordaje de la clínica, nos dice Eric Laurent.
 
Se trata que el analista pueda leer sobre cómo se depositan las marcas de goce que el niño ha recibido, encontrado, atravesado, que están escritas, esta es nuestra tarea, saber leer las marcas simbólicas, imaginarias y reales (RSI) que se han depositado en el cuerpo.

Las investigaciones sobre las identidades sexuales se han extendido a la infancia desde hace algunos años y estamos convocados a interpretar el goce de esta época. Hay una renovación, lo que nos pide la época es poder estar atentos a las trasformaciones de las categorías de la lengua común: padre madre, lazo familiar, familias compuestas, casamiento igualitario, son las exigencias nuevas del discurso del amo que nos rodea y nos interroga sobre la  recomposición del campo, por la ciencia y por la identidad precaria del alzo social en el siglo XXI.

Esto necesita de los analistas para que tengan una escucha atenta a todas las declinaciones de los cambios.

Lacan produjo una des-esencialización de estas posiciones (padre, madre, etc) y nos permite responder a las modificaciones que se están produciendo, manteniendo nuestra brújula que implica que el padre no desaparece, la madre no pierde su particularidad que toma al, como objeto ‘a’. Se trata del padre des-teologizado de Lacan. Esto nos da una posibilidad de actualizar la clínica, los nombres que ahora designan cosas nuevas.

A partir de la clínica que producen los analistas veremos cómo se puede pensar las consecuencias que habrá en los deseos y en el goce.

¿Cómo el analista aloja ese insoportable? El infans –el que no habla- nos convoca a lo que es este silencio. Pero no hablar no es un silencio – como dice Freud la pulsión de muerte trabaja en silencio-. Es diferente del infans que no habla pero está atravesado por el Otro desde que llega al mundo y hace la experiencia del baño del lenguaje. Eric Laurent señala que hay y modos silencio y es fundamental distinguirlos para abordar al niño. No sólo presente en la clínica del autismo sino que es fundamental para acompañarlo.Preguntarnos la manera de estos silencios, maneras de entrar en el Otro, no sólo del lado de la psicosis, el autismo y la neurosis, sino cómo se articulan estos modos en la particularidad del RSI.

Finalmente hablará sobre el pase y cómo el analista llegará a una identificación no-segregativa que es útil para alojar las particularidades de la infancia. Tratar de deshacerse de toda idealización de lo que es la infancia y leer en el contexto contemporáneo lo que puede aprovecharse para justificar a la pedofilia. Las pulsiones sexuales no son una autorización a la pedofilia que deja al niño como objeto de goce del adulto.

Como siempre Eric Laurent nos invita a articular de manera contemporánea estos debates.

Pueden escucharlo!

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